Arte al alcance de la mano….
Que es la vida sino una mezcla exquisita de comedia y tragedia… años atrás era impensado que nuestra ciudad capital seria sede de una fiesta internacional de teatro.
Teatro??…en Formosa…así comenzó todo. De una idea…para muchos quizás absurda…para otros demasiado ambiciosa supongo…y no es que esté al tanto de la realidad porque estoy en el meollo de la cuestión…sino porque como simple espectadora y amante del teatro que soy, voy construyendo año a año una visión distinta de los que significa ver teatro en Formosa.
Yo participe del primer festival en el año 2005, y que contarles…era una apuesta fuerte en aquella época, pero aun así…muy distinta a lo que se vivió este año. Puedo afirmar con orgullo que los encuentros han crecido increíblemente y que la calidad de artistas que se forman en la provincia y en el país es estupenda. Sumado a la posibilidad de ver teatro de importación, con obras maravillosas en todos los sentidos.
Que recuerdo de ese primer encuentro, yo trabajaba en la radio universitaria, producía un magazine que trataba temas de actualidad, priorizando el espacio para difundir actividades del orden local. Cuando me entere del festival, comencé a investigar sobre la gente que hacia teatro en Formosa. Así me contaron sobre Utopía 2000 y los Gregorianos. Comenzaron a resonar en mis oídos nombres como los de Alfredo Jara, Carlos Leyes, Daniel Luppo, Marcelo Gleria, quien en aquel entonces ya estaba al frente del taller de teatro de mi universidad. Para mí un grupo de valientes, y sobre todo talentosos, que comenzaron a abrir el camino, a una actividad que en nuestra joven provincia para muchas personas es desconocida.
Pienso que la sinergia entre la Subsecretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Teatro con sus representantes a nivel provincial y el Centro de Experimentación Artística Utopía 2000, sumado a gente increíblemente sagaz en los diversos grupos de teatro independiente de la provincia, han generado una movilización cultural que cada vez crece con más fuerza.
Cuando en aquella época nos entregaron credenciales de prensa para cubrir las funciones, debo confesar que tenía mucha intriga por saber cómo reaccionaban los formoseños capitalinos frente a la actividad teatral. Todavía recuerdo que la difusión gráfica fue bastante austera, en comparación a la última. Hubo para aquella época una gran convocatoria, porque es necesario resaltar que el festival es “gratuito” lo cual ocurre solamente en Formosa, en otras provincias, si querés ver teatro hay que pagar la entrada, aquí lo paga el estado, y lejos de ser un gasto innecesario, como muchos piensan, yo estoy convencida que la “producción y consumo de bienes culturales nutren las mentes de un pueblo”…permitiendo que se vuelvan cada vez más abiertas, críticas y creativas.
Si bien el primer año hubo una gran participación, este año supero todas las expectativas…esas interminables colas para retirar las entradas, y uno diría que aburrido esperar por una entrada…sin embargo esa previa es una experiencia muy particular, porque es común que se armen rondas de conversaciones con “verdaderos desconocidos” sobre detalles de la convocatoria, opiniones sobre las obras ya vistas, en fin…opiniones sobre lo que fue antes y es ahora el festival. Uno termina dándose cuenta que actividades como éstas…enriquecen la vida social de las personas.
Los éxodos a la salida de las obras para ver la siguiente…es fantástico ver a toda la familia unida… y los amigos reunidos…los formoseños salimos a disfrutar del teatro…y la gente que viene de otro lado queda encantada con eso. Tuve la oportunidad de compartir fila con una mujer de Buenos Aires... docente ella, que además, se dedica a las artes plásticas…y me dijo… “prejuzgue a Formosa…y hoy me voy con ganas de contarles a todos mis conocidos sobre esta hermosa ciudad…y sobre la calidez de su gente…pinte acuarelas de la Laguna Oca…me voy dentro de unos días…pero con ganas de regresar muy pronto”. Sentí en su mirada la sinceridad de quien realmente decía lo que sentía.
Y las obras!…que contar…recuerdo que en aquella época tuve la posibilidad de ver obras de España, Paraguay, Bolivia y Cuba, sumadas a las obras nacionales y provinciales…por Dios que increíble experiencia!!!…no solo reí y llore...sino los mas importante…”reflexioné”. El teatro te permite eso, cuando se abre el telón, y una historia comienza a transcurrir, la mente comienza un viaje que dura aproximadamente una hora…hora y media…en donde todos los sentidos están atentos y donde la sorpresa es una constante. Nunca debemos perder la capacidad de sorprendernos…y el teatro…pone a prueba esta regla continuamente.
Las luces, el sonido, el vestuario y la escenografía te transportan…pero lo realmente mágico son esas personas que dejan de ser ellas y se convierten en “otros” con tanto compromiso, que uno nunca duda que los personajes del guión, realmente tienen sangre en las venas, respiran y se mueven, están tristes o felices, es decir….viven…por unas horas esos personajes viven.
Quien me va a creer que el sábado pasado estuve con Juana Azurduy, heroína histórica de nuestro ejército…que entendí su lucha, sus miedos, sus victorias y derrotas, que la vi sufrir cuando perdió a dos de sus hijos y a Padilla…el gran amor de su vida en combate. Quien me va a creer que la vi…que estaba allí…que por un momento dos universos, el de ella y el mío se unieron en el legendario Cine Teatro Italia.
Me vas a creer si te digo que vi bailar y pintar a Frida Kahlo y que comencé a interpretar su compleja creatividad plástica. Y si yo me escuchara…tampoco creería en la gracia indudable de los felinos de Gatomaquia, una obra fabulosa en textos de Lope de Vega. Y Cuba con sus miles de kamikazes que intentan abandonarlo todo por la esperanza de vivir mejor. Quién diría que un grupo de jóvenes peruanos nos fascinarían con su teatro ficción, en “El señor de las moscas”…y por último “Dionisos out”…una obra rosarina brillante…que dejo huellas en España, Francia, Italia…y que es nuestra...es made in argentina.
Pasaría horas narrando todo lo que viví…y aun así no alcanzaría a reproducir las sensaciones que te atraviesan al estar allí…que mas puedo decir…que siento una felicidad enorme al saber que todos los años la apuesta es más grande… y soy una ciudadana más, que confía que los cambios verdaderamente profundos se están dando…y me refiero a la verdadera inclusión…en este caso en materia de arte teatral…no estamos ajenos a lo que sucede en las grandes ciudades del país y del mundo…yo viví, sentí…y aplaudí con tanta fuerza…tanto entusiasmo…tantas ganas…hasta que bajo el telón.
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