Confesiones de una soltera…

Semana de demasiado trabajo…de proyectos laborales y otros que van en paralelo que parecen sostenerse de un frágil hilo de paciencia. Cansada pero feliz diría, pero por alguna irremediable razón, siempre algo opaca la pulida lámina de mi presente.

Te preguntaste alguna vez que buscas en ese trayecto de todos los días. ¿Qué pasa cuando la gente piensa que buscas algo que por alguna circunstancia desconocida, no te interesa aun encontrar?

Esta semana fue particular, me preguntaron con bastante insistencia sobre un tema pendiente: “marido e hijos”, que ganas de responder pero qué carajo les importa…pero no…una debe cuidar esos modos.

Aun así reflexioné, si ya es la hora para unos cuantos… ¿Porqué pareciera que en ese aspecto, para algunos fundamental, yo voy un poquito a contramano?

Almorcé con un viejo conocido, que tiene mi misma edad, y después de idas y venidas por el mágico mundo de los recuerdos, porque díganme si no es bastante tedioso que siempre comencemos a charlar por eso que paso hace muuuuuucho tiempo, él, calculo yo sin ánimos de provocar en mi una reacción urticante, “celebro la maravillosa frase” ….me parece que vos lo que necesitas es un marido… al margen queda que fue un comentario muy desafortunado, que lo único que dejó ver a trasluz esa verdad disfrazada, es ese mandato social aun vigente. La mujer antes de los 30 por favor casada o en pareja, divorciada y hecha mierda no hay problema, pero soltera…jamás.

Claro! Un hombre de 28 años, soltero e independiente económicamente está bien visto, es más! Y si además es guapo, entonces se convierte en una especie de trofeo por el cual competir a fuerza de sangre, sudor y lágrimas. Ahora…una mujer con las mismas cualidades no, jamás sería juzgada con la misma suerte. Todo lo contrario, sería un enigma descubrir cuál es el inconveniente; aburrida, frígida, exigente, maniática compulsiva, histérica, poseedora del título mundial de rompe huevos, maldita manipuladora, seguro en la lista de espera por un chaleco de fuerza, celosa perseguida, come hombres, atorranta, lesbiana y por poco asesina serial.

Cada vez entiendo menos, díganme por favor cuando se despeloto todo que ahora es sumamente normal ver a una chica de 13 años con una panza a punto de reventar y no pasa nada, cuando lo verdaderamente desopilante es una mujer que bordee los 30 y todavía no es madre.

Y el concepto de “marido”, no podemos hablar de novio, chico, compañero, pareja, amante, masculino de entre 25 y 35 que no tenga el pájaro carpintero de la publicidad de “twistos”, repitiendo una y mil veces en una cita, “te quiere atrapar”, “se quiere juntar con vos”, “necesita que pagues sus cuentas”, “ponete un forro que se queda embarazada”… “ponete un forro que se queda embarazada y te caga la vida”. Nosotras somos las mas interesadas en ese milagroso látex, que nos protege de un embarazo aun no deseado, sino tambien de no quedarnos con un verdadero zoológico en nuestras partes íntimas.

No podemos acaso disfrutar plenamente de nuestros éxitos sin que a continuación esté presente la frase ¿estás sola?, hay alguien… Seguís soltera o ya te casaste….y… para cuando los chicos… Por Dios! Y ahogarnos en el mar interminable de las amarguras cuando algo no nos sale bien, y que sean fracasos como los de todo el mundo…y que NO TENGA EXPLICACIÓN EN BASE A “ESO QUE NOS FALTA”.

Si nos cuidamos y estamos arregladas es porque estamos preparadas para la casería continuamente, porque está prohibido ponerse linda para una misma, ya sé que no es el cuerpo de los 18, pero 10 años después… la mente tampoco es la de los 18, por suerte.

Sin palabras para quienes tienen mi misma edad y siguen confiados de que tienen 18, pero bueno... cada uno es feliz a su manera, con la diferencia que yo no ando por la vida diciéndole a la gente que le hace falta un marido o una esposa.

¡Que nos paso! Donde fueron a parar esas épocas de tanta autenticidad, libre de tantas presiones. Puedo acaso vivir de mis pasiones y utopías, mis ideales y mis aspiraciones “personales” que tienen que ver con lo que deseo, pienso, anhelo y me gusta hacer, y que es cierto que me encantaría compartirlas sanamente con alguien, pero sin tener que estar jugando continuamente al verdadero o falso. Sabiendo que la mayoría de las veces de este lado no hay una mínima cuota de confianza y del otro lado tampoco hay sinceridad y sensibilidad.

Necesitamos de hombres más relajados, que no estén preparados, listos ya! para correr... que entiendan que salir a comer, hacer algún corto viaje, tomar algo rico, compartir una buena película, quizás salir a bailar, recibir regalos, disfrutar del buen sexo, NO SON UNA PROPUESTA DE MATRIMONIO, no estamos enviando el mensaje: te estoy atando a mí o quiero atarme a vos, porque el sueño de mi vida fue tener un hermano siamés. No los queremos separar de sus amigos y de esas relaciones un tanto homófilas. Tampoco ser el centro de atención ni acaparar sus vidas, ya bastante tenemos con las nuestras.

Por último, en esta semana entendí que no hay príncipes de ningún color, porque yo estoy lejos de ser una princesa, soy una simple mujer que se donde estoy parada y que se lo que quiero para mi vida hoy, mañana no tengo idea, pero si Dios quiere voy a tener tiempo para pensarlo. Quiero estar bien con alguien, sin presiones, sin cronómetros ajustados a la largada, con una persona que entienda que lo más fácil de conocer muchas veces es el cuerpo y que lo esencial es invisible a los ojos. Hoy se que la media naranja no existe, porque yo señores....SOY UNA NARANJA COMPLETA…que le encantaría compartir su dulzura con un tierno melón.